La de ayer era una de las reuniones más importantes en la historia de la NBA y de ella se esperaba que saliesen algunas conclusiones positivas para acabar con el lockout. Tras cuatro horas de negociaciones no fue así, las posturas no se acercaron y la mecha se ha encendido ya para que se cancelen partidos de temporada regural, tras ser suspendida toda la pretemporada. El lunes podría anunciarse el retraso del inicio de la liga por la cancelación de partidos.
Hubo varias propuestas sobre la mesa de negociación, pero tanto jugadores como propietarios no cedieron en sus intenciones y el acuerdo no fue posible. Uno de los temas principales de conflicto es el reparto de los ingresos que genera la NBA. En esta reunión, parece que los dueños, según el comisionado David Stern, se mostraron dispuestos a aceptar un reparto del 50% para cada una de las partes, pero los jugadores no quisieron bajar del 53% para ellos. Hasta el fin del último convenio colectivo, el reparto era 57% para los jugadores y 43% para los propietarios. Según el presidente del sindicato de jugadores,Derek Fisher, la pelota no está en su tejado: “Nosotros somos empleados y la NBA los empleadores. Ellos tienen la llave para que acabe el lockout”.”No fueron capaces de acercarse lo suficiente para cerrar la brecha“. Además, el director ejecutivo de la unión, Billy Hunter, confió en la capacidad negociadora de los jugadores, a pesar de las presiones de los agentes: “Nuestro muchachos han indicado su disposición a perder partidos”. “Los agentes no están en la habitación. Tenemos a sus jugadores en la sala. Ellos pueden dejar las cosas claras”. No obstante, Hunter confesó que cree que los jugadores podrían venirse abajo a partir del momento en el que dejen de cobrar, a mediados del mes de noviembre.